BIBLIOGRAFIA 5.
VALORACION GERIATRICA INTEGRAL
Llanes Betancourt, C. Evaluación funcional y anciano frágil. Rev Cubana Enfermer [revista en la Internet]. 2008 Jun [citado 2012 Oct 21]; 24(2):Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192008000200005&lng=es.
He escogido este artículo de una revista cubana ya que me parece muy interesante el punto de vista que ofrece sobre la valoración geriátrica integral teniendo en cuanta la evolución en relación al proceso de envejecimiento
La evaluación funcional en las diferentes edades es la resultante de la interacción de los elementos biológicos, psicológicos y sociales, constituye probablemente el reflejo más fiel de la integridad del individuo a lo largo del proceso de envejecimiento. La valoración geriátrica integral (VGI) o valoración geriátrica exhaustiva es «un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario», diseñado para identificar y cuantificar los problemas físicos, funcionales, psíquicos y sociales que pueda presentar el anciano, con el objeto de desarrollar un plan de tratamiento y seguimiento de dichos problemas, así como la óptima utilización de recursos para afrontarlos.
Se puso de manifiesto que la fragilidad resulta de la disminución de la capacidad de reserva que lleva a la discapacidad y precipita la institucionalización o muerte. Los principales factores de riesgo de fragilidad serían un compendio de los problemas derivados de alteraciones del equilibrio y marcha por múltiples discapacidades (sistemas sensoriales, respuesta muscular, equilibrio), enfermedades agudas o crónicas (conocidas o no), factores de riesgo en cuanto a abusos (estilos de vida, factores sociales, factores económicos), factores de riesgo en cuanto a desuso (inactividad, inmovilidad, déficits nutricionales). El instrumento fundamental para la valoración de la fragilidad del anciano es la VGI y se deberá efectuar en todos los niveles asistenciales, tanto en pacientes ingresados como en la comunidad.
La participación periódica en actividades físicas moderadas puede retrasar el declive funcional y reducir el riesgo de enfermedades crónicas en las personas mayores sanas o con enfermedades crónicas, mejora la salud mental y suele favorecer los contactos sociales. El hecho de mantenerse activas puede ayudar a las personas mayores a continuar con sus actividades de la vida diaria de la forma más independiente posible y durante el mayor período de tiempo. También se obtienen ventajas económicas cuando las personas mayores están físicamente activas, pues los gastos médicos se reducen considerablemente. A pesar de todo, una gran proporción de personas mayores son ancianos frágiles con discapacidades, los que tienen una mayor probabilidad de estar inactivas y de representar una falla en la integración de los órganos y sistemas sociales requeridos para mantener la independencia. La evaluación geriátrica funcional permite la evaluación de estos ancianos y aplicar intervenciones oportunas para disminuir el morbo mortalidad y aumentar su funcionalidad.