CUESTIONARIO 9 (14/12/2012)

 
1. ¿Qué aspectos tenemos que tener en cuenta para detectar malnutrición en el anciano?

Los indicadores de desnutrición o de riesgo de desnutrición en el anciano son:

ü  Pérdida de peso involuntaria de un 5% en 1 mes de un 7,5% en 3 meses o de un 10% en 6 meses

ü  Bajo peso para talla, inferior o más de un 20% del peso corporal ideal

ü  Índice de masa corporal menor de 22

ü  Albúmina sérica por debajo de 3,5 mg/dl

ü  Niveles de colesterol sérico menores de 160 mg/dl

ü  Cambio en el estado funcional: cambio de situación “independiente a dependiente”

ü  Ingesta alimentaria inadecuada

ü  Circunferencia muscular del brazo inferior al 10º percentil

ü  Pliegue cutáneo tricipital menor del 10º percentil o mayor del 95º percentil.

Además se tendrán en cuenta los niveles bioquímicos e inmunológicos, para determinar el grado de desnutrición en mayores de 65 años. Se valorará la albúmina, transferrina y linfocitos.


2. ¿Qué tres problemas tienen importancia en los trastornos del sueño?

El insomnio es el problema del sueño más común en adultos de 60 años y mayores. Se presenta dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido. Puede durar días, meses y hasta años. A veces es una señal de otros problemas o puede tratarse de un efecto secundario de un fármaco.

Apnea del sueño: la persona sufre  pausas cortas en la respiración mientras duerme. Es necesaria la existencia de otra persona que describa el proceso, ya que es posible que la persona puede sufrir apnea y no saberlo. Son señales de apnea sentirse cansado durante el día y que le digan que está roncando muy fuerte cuando duerme.

Trastornos del movimiento: síndrome de las piernas inquietas o trastorno de movimiento periódico de las extremidades y el trastorno del sueño de movimiento ocular rápido que pueden robar el sueño. Este síndrome tiende a ser un trastorno familiar hereditario. Se asocia con las mujeres y el nerviosismo. Y al igual que la apnea es objetivable por una segunda persona.

3. Describe el maltrato y sus tipos

La American Medical Association y el Consejo de Europa definen el maltrato como:

“Todo acto u omisión, intencionado o no, constatado objetivamente o percibido subjetivamente, que produzca daño o amenaza de daño para la salud o el bienestar de una persona, de 65 o más años, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, la seguridad económica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos fundamentales del individuo”.

Tipos de abusos o malos tratos:

ü  Abusos físicos: uso de la fuerza física para causar agresiones con daño en la integridad corporal, con intención de provocar dolor, lesión corporal o ambas.

o   Abusos sexuales. Realización de actos sexuales, sin consentimiento, empleando la fuerza, amenaza o aprovechándose del deterioro cognitivo del mayor.

ü  Abuso psicológico: cuando se inflige angustia, dolor emocional, estrés, a través de insultos y agresiones verbales, amenazas, humillaciones, etc.

o   Abuso social o violación de derechos. Aquellas acciones que suponen el confinamiento o cualquier otra interferencia en la libertad personal del mayor.

ü  Abuso económico, patrimonial o fiduciario. Mal uso o explotación del dinero, posesiones o bloqueo del acceso a dichos bienes.

ü  Negligencia. Es el incumplimiento voluntario o involuntario de las funciones propias del cuidador para proporcionar alimentos o servicios necesarios, para evitar daño físico, angustia, o daño mental.

ü  Abandono. Se produce cuando cualquier persona que cuida y custodia a un anciano lo desampara de manera voluntaria.

ü  Auto-negligencia. Es el propio comportamiento de la persona mayor el que amenaza su propia salud o seguridad.
 
Adela Blázquez